sábado, 30 de marzo de 2013

La Lonja de Palma



La Lonja es uno de los grandes monumentos de la Palma gótica siendo el mejor ejemplo del gótico civil y una obra de arte que impresiona por su elegancia, airosidad y delicadeza. El edificio se levantó en una zona situada en los extramuros, en la misma orilla del mar. Estaba en un barrio de artesanos y marineros y fue una construcción muy sencilla donde se reunían los mercaderes. El Colegio de Mercaderes era en el siglo XV un colectivo de mucha potencia social y económica y se quiso escenificar en un gran edificio que sirviera para las transacciones comerciales pero también como almacén.

Por eso encargaron la obra a uno de los arquitectos más prestigiosos del momento, el felanitxer Guillem Sagrera. Pero la obra estuvo llena de incidencias. El presupuesto fue demasiado ajustado y Sagrera perdía dinero. Por este motivo, inició un pleito contra los mercaderes, por lo que se atrasaron los trabajos. Finalmente el arquitecto viajó a Nápoles llamado por Alfonso el Magnánimo y murió en 1456, el mismo año en que ganaba el contencioso.

Este edificio es un testimonio de la época de máximo esplendor del comercio en Mallorca, que sufrió una severa crisis a partir del siglo XVII. Fue entonces cuando La Lonja cambia su uso y se convierte en un almacén, una prisión, un hospital, una fábrica de pólvora e, incluso, en un taller de fundición para cañones. Durante mucho tiempo tuvo un cuartel militar adosado. En el siglo XIX los bailes de carnaval que se celebraban en su interior eran tan famosos que llegaban a acoger más de mil personas. Más tarde se destinó a usos culturales como exposiciones de bellas artes. Fue la primera sede del Parlamento Balear después de la recuperación democrática y actualmente sirve de marco para grande exposiciones.

Arquitectura

Otro aspecto que hay que destacar es que la Lonja supone el último esplendor gótico, ya dentro del Renacimiento. Eso le da un estilo especial,  no tan severo y un poco más exuberante. El edificio tiene planta rectangular con cuatro torreones octogonales en las esquinas rematados con almenas. Además, tiene diez torres más de tamaños más reducidos y una crestería con almenas al final. La Lonja cuenta con dos portales ojivales y seis ventanales de tracería.

Sin ninguna duda, lo primero que llama la atención es el espectacular Ángel de la Mercadería, situado en el tímpano de la puerta principal. Es obra de Sagrera y la pieza escultórica más elegante y remarcable del gótico en Mallorca. Sus grandes alas, la expresión del rostro y los detalles, que originalmente estaban policromados, resultan excelentes. El tema del ángel, símbolo del comercio, se repite muchas veces en la Lonja.

























Si contemplamos el exterior, veremos que en cada esquina hay una hornacina destinada a una figura. En la fachada principal podemos contemplar a Santa Clara a la izquierda y a Sant Joan a la derecha. La hornacina que da al jardín está vacía ya que la imagen de Sant Nicolau, que estaba allí, fue robada en el siglo XIX, mientras que en el otro extremo se encuentra Santa Catalina.

Vale la pena admirar la delicadeza de los elementos góticos como arcos, ornamentos y filigranas. La Lonja cuenta también con unas espléndidas gárgolas con formas de animales quiméricos. Fueron restauradas a principio de siglo XX y una de ellas lleva una cartel que dice “O com es fret!”.

Los dos portales son de un gótico exquisito. El más vistoso es el que da a la plaza, rematado por decoraciones vegetales y dos pináculos laterales. El portal de atrás resulta más sencillo y tiene una figura de la Virgen amamantando al Niño Jesús.

El interior de la Lonja muestra un conjunto muy vistoso. Se trata de una sola sala con bóvedas ojivales sostenidas por seis columnas estriadas que ascienden en espiral, como si de palmeras de piedra se tratarán. La sensación de un espacio grande se refuerza con la ausencia de elementos decorativos. El pavimento de piedra oscura resalta de forma especial  con el color cálido de la piedra de Santanyí que Sagrera utilizó para su obra.

La Lonja sólo se puede visitar cuando en su interior se celebra algún acto o exposición.

Bibliografía: “Guia de la Palma Gòtica”, del Institut d´Estudia Baleàrics.
Fotografías: Virginia Leal.

jueves, 28 de marzo de 2013

La Porta de l´Almodí (Carrer de la Mar - Palma)



La Porta de l´Almodí, que da entrada al carrer de la Mar, fue una de las entradas al recinto amurallado islámico con el nombre de Bab Al-Mudi y daba acceso a los extramuro portuario de la ciudad. Podemos distinguir dos arcos diferentes. El que da al Borne es de medio punto y corresponde a la puerta de la muralla, mientras que el que está situado hacia la carrer de la Mar es ojival y es de época cristiana. Esta debió ser una de las puertas más transitadas de la ciudad ya que concentraba todo el movimiento hacia el puerto. Recordamos que lo que hoy es la avenida Antoni Maura constituía el curso de la Riera, atravesado por el puente Jussà.

Muy cerca de esta puerta se ubicaba el lugar donde se pagaban los impuestos por la importación de la sal. Durante siglos la sal era de los pocos elementos que permitían conservar los alimentos y, por eso, se consideraba como un bien estratégico. De ello proviene el topónimo aplicado a este lugar de Gabella (un tipo de impuesto) de la sal.

En el carrer de la Mar se encontraban las fondas: hostales donde los mercaderes que llegaban por mar podían descansar y guardar sus pertenencias. Justo pasada la puerta encontramos a la derecha una ventana coronella gótica.




Bibliografía: “Guia de la Palma Gòtica”, IEB (Institut d´Estudis Baleàrics).
Fotografías: Virginia Leal.






"Mensing Galerie Palma"



Mensing Galerie es la galería de arte más grande de Europa. En sus 700 metros cuadrados de espacio cualquier persona que entre a esta tienda ubicada en la calle Colón, nº 8E en Palma, quedará fascinada con la armonía y alegría que desprenden los colores de sus obras de arte.

El galerista y artista Harry Mensing nos ha traído a la ciudad de Palma una galería similar en estilo a las otras que tiene abiertas en las principales ciudades de Alemania. Todas las obras de arte expuestas para su venta son muy coloridas y llenas de efecto, todo lo opuesto a lo que podríamos encontrar en una galería de arte convencional. Las salas transmiten riqueza y proximidad. 


La sede en Westfalia fue fundada hace 51 años por los padres de Mensing, con paisajes y bodegones del siglo XIX. Pero ha cambiado radicalmente este concepto por el de tienda para conseguir su éxito comercial. La ingenuidad plana y vibrante en la mayoría de los cuadros atraen a esas personas  que hasta ahora no se atrevía a acercarse al arte. Sobre todo gracias a las obras que se pueden ver desde la calle.

En Mensing Galerie presentan reconocidos artistas como Picasso, Dalí, Chagall y Miró. Además de las impresionantes obras de estrellas del Pop-Art como son Romero Britto y Ed Heck, del Fotorrealismo de Luigi Rocca y del fascinante 3D Pop-Art de Charles Fazzino. En las inauguraciones de sus exposiciones se pueden conocer personalmente a éstos y otros artistas.

Y como dicen en Mensing Galerie, “Art Your Life”. Sin duda, un espacio imprescindible para los amantes del arte moderno original. La directora Heidi Bauer y su equipo esperan su visita.

Webgrafía:  Artículo Mallorca Zeitung: Galerie Mensing: ´Gönnen Sie sich ein Bild!´
Fotografía: Virgina Leal.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Leyenda el Cap del Moro (El Born).



El Cap de Moro es una pequeña escultura, escondida hasta  no hace mucho sobre una marquesina comercial y ahora expuesta de nuevo a la luz del día, que se encuentra en la confluencia entre el Born, la plaza de Joan Carles I y la calle de Jovellanos. Constituy uno de los símbolos relacionados con el mundo del corsarismo y con los constantes enfrentamientos entre la sociedad cristiana y la islámica en el Mediterráneo occidental. Sin duda, este fue uno de los fenómenos que más marcaron la vida mallorquina de la edad media y, especialmente, la moderna, hasta principio de siglo XIX.

P. de Montaner y M. Rosselló cuentan que esta cabeza rememora los reiterados triunfos marítimos del capitán Antoni Barceló i Pont de la Terra (1716 – 1797), un impulsivo marinero que llegó a tener el título de capitán general de la Armada española. En ocasiones, ordenó corta la cabeza de algunos de sus prisioneros en actos públicos cuando llegaba a Palma después de una acción naval. Estas ejecuciones se realizaban en el Born, no lejos de la esquina donde se encuentra la cabeza mencionada anteriormente. En este sentido, un texto de la época, crítico contra la crueldad del capitán Barceló, dice explícitamente que “de sus mocedades conserva en Mallorca muy fresca la memoria del mal trato que dio a una infeliz galeota usando la barbaridad de degollar a toda la tripulación”. Tanto imapctaron estas acciones que, incluso, la cabeza del moro decapitado forma parte del escudo de armas de la familia Barceló.

La referencia documental más antigua que conocemos de este hecho data de 1857, cuando se aplicó el nombre de Cap del Moro en la actual calle de Jovellanos. No obstante, se debe mencionar también, como hipótesis difícil de valorar, la posibilidad de contaminación semántica producida entre el nombre que se daba a este sector del Born, el cap del Born en sentido extremo – final o inicio – del paseo principal de la ciudad, y el cap del moro proveniente de las historias del capitán Barceló.

Bibliografía: “Palma, ciutat de llegenda. Itinerari pels mites, les llegendes, les curiositats i els detalls de la ciutat de Mallorca”, de Gaspar Valero Martí.
Fotografías: Virginia Leal.