domingo, 21 de abril de 2013

El Palacio de la Almudaina



El Castillo Real de la Almudaina, dada su privilegiada situación geográfica y estratégica, es el origen de la ciudad. Probablemente fue el primer emplazamiento fundado por los romanos el año 123 a. C. con Quinto Cecilio Metelo, ya que domina desde arriba un pequeño acantilado la desembocadura del torrente y el puerto natural. Más tarde se convirtió en la residencia de los gobernantes musulmanes, hasta que en 1229 Jaume I conquistó la isla. Entonces se llamó “Castillo Real” y corte del Reino de Mallorca hasta que, una vez absorbido por la Corona de Aragón, seguirá siendo el símbolo del poder político residiendo los virreyes.

En el año 903 Isam al Jawlani conquista la isla por orden del Emir de Denia Abd Allah. Esta dominación árabe duraría hasta el 31 de Diciembre de 1229. En este periodo, Palma es reconstruida y uno de sus barrios toma el nombre de “Al-Mudayna” por el núcleo fortificado que lo originaba. En este lugar se levantó un Alcázar, donde residían los Walíes o gobernadores musulmanes. Nacía así el Palacio de la Almudaina.

En esta época el castillo tenía un doble recinto: el exterior defensivo y un núcleo interior fortificado residencial, que era rectangular con cuatro torres en las esquinas y otra en la mitad del lado norte, sobre la cual se levantaría luego, ensanchando la superficie primitiva, la Torre del Ángel. Los Emires de este periodo construyeron una Almudaina grande y rica en arte, de la que han sobrevivido las murallas, parte de las torres, el embarcadero y la Puerta del mar, así como restos de cerámica.

El último día del año 1.229, Mallorca es conquistada por Jaime I quien incorpora la isla al reino cristiano de Aragón; sin embargo, sus escasas temporadas de residencia en la isla no propiciaron obras de importancia hasta que accedió al trono su hijo Jaume II. Fue precisamente Jaume II (1276 – 1311), primer rey privativo de la Mallorca cristiana, el encargado de transformar el castillo musulmán en Palacio que sirviera a la vez como residencia regia y como sede del aparato burocrático del nuevo estado. Las obras se realizaron entre 1305 y 1314. El arquitecto fue el rosellonés Ponç Descoll.

Sucedió a Sanxo I, hijo de Jaume II, su joven sobrino Jaume III, a quien corresponde la época más brillante del reino independiente y del castillo. La Almudaina fue pues, entre 1229 y 1343, la sede de una pequeña corte medieval. En el año 1343, Jaume III fue desposeído de Corona por su cuñado Pedro IV, incorporándose de nuevo la isla a Aragón.

Vista desde el exterior La Almudaina nos ofrece una fachada muy severa, con torres y galerías de arcos ojivales. Nos tenemos que fijar en la veleta en forma de ángel, el famoso “Ángel de la Almudaina” que fue fundido en bronce en el siglo XIII. Originariamente estaba encima de la torre del Ángel que era muy alta y estrecha y competía en altura con la Catedral. Pero en el siglo XIX un terremoto la dejó peligrosamente maltrecha y se desmontó hasta su base que es dónde hoy se alza la veleta. En el interior se abre el patio de honor, donde se conserva una de las pocas figuras de época musulmana que ha sobrevivido: un león que sirve de surtidor.











La visita permite conocer varias dependencias muy interesantes. La primera es la sala Mayor o Tinell (2), una gran estancia con arcos góticos, compartimentada más tarde en dos alzadas, y que sirvió de sede de la Audiencia Territorial. Sus paralelos serían el célebre salón del Tinell de Barcelona o la sala de Mallorca del castillo de Perpinyà. Este gran salón se construye principalmente para grandes ceremonias, como era la reunión de Las Cortes o la Recepción de Embajadores, así como banquetes y festejos muy destacados. Para su construcción se utilizó la muralla almorávide de la fachada sur y se edificó otro muro en el interior del recinto amurallado que da al Patio de Honor. Cuenta con tres chimeneas de considerable tamaño que caldeaban el Salón. Desde 1.578 se encuentra dividido en dos alturas y cada una de ellas en varias dependencias.

A continuación pasaremos al Palacio del Señor Rey (1). Este se concibió sobre el antiguo Alcázar almorávide, como residencia de sus príncipes. Jaume II mandó revestir con piedra algunos de sus muros de tapial y adosar a los mismos galerías y alcobas que lo aligeraran. Se distribuye en tres pisos con cuatro cámaras cada uno que se corresponde simétricamente. Desde la gran terraza podemos imaginar cómo sería la época en que el castillo limitaba directamente con el mar que bañaba sus pies. La impresión desde ella debía ser espectacular.

También son curiosos los restos  de unos pequeños baños árabes (6) que tienen su origen seguramente en las termas del primitivo “Castro” romano. Sin grandes variaciones, debieron ser utilizados por el Emires árabes y posteriormente por los Reyes de Mallorca. Se encuentran entre los dos Palacios y eran para el uso de ambos.

El Palacio de la Reina (3) comprendía un conjunto de alojamientos destinados a ser residencia de la Reina de Mallorca, los Infantes y las Damas de Compañía. Para su construcción se siguió el mismo proceso que en la Sala Mayor: se levantó una muralla interior y se aprovechó la de Poniente. Su distribución repite las cámaras privadas del Palacio del Rey.

Otro elemento de gran belleza es la Capilla de Santa Anna (4) a la cual se accede atravesando el patio. Fue construida  para uso del rey y su portal es uno de los pocos ejemplos de arte románico en la isla. Para su construcción se utilizó mármol rosado y blanco procedente de los Pirineos y presenta ocho arquivoltas de medio punto. Los capiteles muestran una gran cenefa de temas vegetales con animales mitológicos. En el tímpano vemos tres figuras: la Virgen con el niño, Sant Joaquim y Santa Anna. Su construcción supuso la división y transformación del gran patio del Alcázar en dos espacios, los actuales “Patio de Armas o de Honor” y “Patio del Brollador o de la Reina”. Fue inaugurada por el Rey Jaume II en 1.310. El interior es de una sola nave rectangular y se considera una valiosa muestra de la arquitectura gótica del siglo XIV. Destacan los ángeles tallados en las ménsulas o las bases de las nervaduras por el escultor Antoni Campredon, autor también del ángel-veleta.

La Capilla de Sant Jaume (6) fue fundada también por Jaume II en 1.310 y estaba destinada a la Reina. Se estructura en dos plantas: la Superior o Capilla de La Reina que ha desaparecido prácticamente, y la inferior o Cripta que aún se conserva.

Completaban el conjunto los Huertos del Rey y de laReina. 

La Almudaina sirve de sede oficial a la comandancia Militar de Baleares y durante la estancia de la familia real en Mallorca se utiliza como lugar de recepciones. Como todo castillo guarda sus secretos: las mazmorras, la torre del alquimista, el lugar donde se exhibían las cabezas de los ajusticiados, la bodega real, etc. La Almudaina pertenece al Patrimonio Nacional y solamente puede visitarse una parte.

Bibliografía: “Guia de la Palma Gòtica”, Institut d´Estudis Baleàrics. (Pàg.28, 29. 30 y 31). – “Paneles informativos del Palacio de La Almudaina”.
Fotografías: Virginia Leal.